Redes Sociales y el Futuro del Comercio Social

Redes Sociales y el Futuro del Comercio Social

Las redes sociales son plataformas que nos han cambiado la vida en casi toda perspectiva. Lo que antes de ellas hasta hace tan sólo una década y algo más llevaba un intercambio de correos electrónicos, ahora se lleva a nivel personal, cercano y directo en el espacio 2.0.

Más allá de las relaciones humanas, las comunicaciones corporativas, las marcas, la publicidad y hasta los gobiernos han entendido que las redes sociales son una vía certera de llegar a las audiencias.

El comercio electrónico ya existía antes de las redes sociales, sin embargo con el advenimiento de éstas viene darse un complemento sin precedentes. Este complemento perfecto está dando paso a lo que se ha denominado como “comercio social”.

Entendiendo el comercio social

Podemos definir como comercio social a la actividad de comprar y vender directamente en las plataformas de redes sociales, sin necesidad de presencia física o de intermediarios.

Ya la concepción de las redes sociales como herramienta de ventas ha sobrepasado el campo especulativo y es una tendencia bien definida,  que a su vez ha venido conduciendo a la generación de un ecosistema de comercio en evolución,  pero en práctica.

La actividad de comprar y vender es intrínsecamente un hecho social, sin embargo el crecimiento del comercio electrónico de la mano de las plataformas sociales puede decirse que redefine el modo de hacer las cosas, y trae ahora una serie de elementos que antes no existían, y que obligan a adecuarse.

Por ejemplo, en estos momentos en lugar de ir a centros comerciales,  las personas están comprando desde sus teléfonos o tablets.  Esto es un fenómeno real que coloca desafíos a las marcas para saber entender e interpretar a sus audiencias y lograr así mayores ventas.

Ahora el tiempo no se pasa en los pasillos de un concurrido Mall, sino en la revisión en pantalla de aquellos productos que nos llaman la atención, sus reseñas por parte de otros usuarios, y la concreción de la venta en el momento.

Aunque la tendencia es que las ventas sigan aumentando a través de las plataformas sociales, es importante tener presente que las personas no necesariamente usarán esos botones de compra solo porque se les ponen al alcance. Las marcas deben dar a los clientes una razón para comprar en redes sociales, infundir motivación, y causar el impacto individual y colectivo necesario.

Hasta aquí todo muy bien, sin embargo hay que recordar que no basta sólo con la intención de llegar a audiencias a través de plataformas sociales, adelantar planificación de presupuesto y poner en marcha una estrategia. Es fundamental conocer el funcionamiento social e cada plataforma, y evaluar si resultaría para la marca.

Buscando el éxito en el comercio social

Cuando se trabaja en marketing en redes sociales muchos saben que las audiencias en cada red social son únicas y quieren cosas diferentes de sus experiencias en cada plataforma. Inclusive nosotros, usted que nos lee y nosotros aquí de esta parte sabemos que no queremos ver las mismas cosas de Instagram en Twitter, por ejemplo. Aspiramos cosas nuevas, diferenciables, únicas y que nos aporten valor.

Por eso para tener éxito en el comercio social, es indispensable comprender cada plataforma, como ya dijimos, y desde esa base entender cómo comunicarnos en ellas. Por ejemplo, en Instagram las imágenes y videos cortos son lo principal, la comunicación es fundamentalmente visual, en tanto que en Twitter por su parte, la comunicación es textual, y precisa de palabras con un criterio preciso.

Cuando se construye la reputación de una marca, ya en el ámbito social, un factor crítico es el manejo de las comunicaciones según la plataforma en la que se muestra la marca a través de su perfil social.

La comunicación dirigida inadecuadamente y sin tomar en cuenta lo anterior no solo no será fluida ni eficaz ni tendrá interacciones de calidad, sino que también terminará dañando las relaciones existentes en esa plataforma social. Al final pierde la marca, y se pierden ventas.

Por eso la experimentación es la mejor manera de poder determinar qué sirve y qué no funciona para una marca. Naturalmente lo que es efectivo para una marca no tiene por qué serlo para otra, incluso en el mismo nicho comercial. Cada marca, así como cada plataforma social son únicas, entonces experimentar despeja toda duda, permite evaluar y en definitiva, asegura una toma de decisiones que resultarán en una presencia de marca social más exitosa, y en mayores ventas.

En la forma el límite es el cielo. Hay marcas que están enfocándose más en  el comercio electrónico y los datos de sus canales de medios sociales para desarrollar mejores ofertas para el público objetivo de cada plataforma, considerando métricas y valores para una toma de decisiones eficaz.  Así mismo hay otra empresas que utilizan las redes sociales para por ejemplo promocionar cupones de descuento, probar ventas relámpago  para reducir inventarios  e inclusive hasta para donar una parte de ingresos a obras de caridad.

Comercio social, tiempo del usuario y el impulso inicial del perfil social de la marca

En el comercio social todo tiene que ver con llamadas inmediatas a la acción. El tiempo se mide en términos del presente, del ahora, y las conversiones se darán si ese ahora es captado por el usuario.

En las redes sociales las cosas pasan en el tiempo del usuario, no de la marca, y eso es un reto que toda empresa con presencia social está asumiendo y asimilando. Por eso saber decantar un buen perfil social claro, diferenciable, que identifique a la marca distinguiéndola, y que genere confianza, es una prioridad.

Comenzar un perfil social no es un asunto de éxito asegurado. Requiere tiempo, dedicación, constancia y paciencia. Pero con una estrategia de impulso inicial como por ejemplo, un buen servicio de compra de seguidores reales se le puede dar un empuje que bien merece la pena y que resultará en una imagen de solidez que toda marca necesita.

Considere siempre la posibilidad de impulsar en un momento dado el número de seguidores, así como de interacciones tipo “likes”. Es una inversión que siempre va a resultar en bien del impacto inicial del perfil social de la marca.